Chaco: El frío expuso la realidad de las personas en situación de calle
El gobierno estima en treinta las personas que amanecen en la vía pública. Aclara que, por consumos problemáticos y los códigos de convivencia, rechazan los paradores.
La helada de ayer expuso la grave situación de la indigencia, especialmente en la capital, para las personas en situación de calle. Las temperaturas cercanas a cero grados, nuevamente se convirtieron en un drama para quienes deambulan y duermen a la intemperie en la capital chaqueña.
El gobierno del Chaco estima en treinta las personas que actualmente se encuentran en «situación de calle real», en Resistencia. La cifra contempla a quienes que no cuentan con ninguna vivienda o familiar cercano que cuente con una casa a la que puedan acceder en casos extremos, como las noches de intenso frío o de lluvias persistentes.
En la capital chaqueña funcionan cuatro dispositivos de alojamiento permanente y un parador transitorio para personas en situación de calle y extrema vulnerabilidad. Todos ellos a cargo de la Dirección de Abordaje Psicosocial, que orbita dentro de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia, Familia y Adultos Mayores, y a su vez se encuadra dentro del Ministerio de Desarrollo Humano.
«La cifra es variable y muy difícil de establecer. Pero estimamos que las personas en situación de calle real son treinta en la Comuna», estimó Paula Villalba, titular de Abordaje Psicosocial. La profesional,l además, detalló que las cuadrillas de su espacio recorren las calles, las noches de frío para otorgar frazadas, algo caliente y para convencer a estas personas de albergarse «transitoriamente o de manera permanente», según el caso.
«No se puede estar ahí porque te roban todo»
Omar vende flores artesanales que crea con hojas de palmera. Vive en la calle porque es su lugar de trabajo, pero cuenta con una vivienda a las afueras de la ciudad. Ante la consulta de NORTE expresó que no ingresaría a un alojamiento «porque ahí te roban todo, los otros que están en la misma situación que yo», dijo.
Las noches de intenso frío las «pasa de largo» como puede, y espera el calor del día para conciliar algunas horas de sueño sobre los bancos de las plazas. A pesar de que fue intervenido por cuadrillas de Abordaje Psicosocial, se niega a ingresar en un albergue.